Visitar China por tres semanas me ha generado muchas sensaciones personales. Lo primero es darme cuenta de la capacidad de adaptación del ser humano. Terminas haciendo tuyos los espacios, las costumbres, la alimentación y los detalles diarios de moverse en este lado del mundo.
Me ha generado una suerte de humildad, en el sentido de que he logrado admirar y honrar su manera de vivir. No somos el centro del mundo y nuestra manera de pararnos en él, es solo una más de entre miles de formas diferentes y todas tan respetables de coexistir en este planeta.
El progreso que se percibe es gigantesco. Sus calles, sus carreteras. Ellos hacen grandes rutas, antes de que venga el aumento automotriz......nosotros esperamos estar en la máxima congestión para entrar a proyectar rutas mas amplias......y cuando se llevan a cabo, ya quedan chicas y no sirven.
Aqui en China, hay sistemas de conectividad muy eficientes. Entre los campos, saliendo de Shanghai, hacia Ningbo, se ven carreteras de tres pistas por lado, con muy poco tráfico. Ciudades muy bien proyectadas en donde nada es improvisado.
Los trenes de alta velocidad están por doquier y es un sistema de transporte tremendamente cómodo, super puntual y limpio. Las estaciones son modernas, iluminadas y muy grandes, para no verse colapsadas con el futuro crecimiento demográfico de la zona. Llevan a cabo proyectos viales con una mirada a largo plazo. A diferencia de los proyectos de obras públicas de latino América, en que se aprecia una mirada a corto plazo, en busca de la próxima votación presidencial, para que eso se vea reflejado en la votación del gobierno de turno.
Por lo tanto, a nadie le interesa llevar a cabo, proyectos de mayor envergadura, ya que podrían llevarse los honores los del otro bando!!! Mientras tanto, el país continúa con esa mirada a corto plazo que no nos permite proyectarnos, sino solo tomar medidas populistas que nos permitan brillar en el ahora.
Tuve la oportunidad de visitar una empresa textil. Un lugar limpio, un trabajo digno y en condiciones laborales muy buenas. Se ve gente trabajando dignamente, bien tratados y con sueldos dignos. Ya no existe esa China que producía todo barato. Ahora hay que pagar bien para recibir un buen producto.
La gente en la calle se ve bien vestida, muchos de ellos siguen la moda y se ve una masiva influencia de occidente. En el comer y el vestir ya entraron en el consumismo y la comida chatarra. Se trajeron lo bueno y lo malo de occidente. Se ven Chinos gordos, raro dada su alimentación oriental.
Me ha gustado estar aqui,empaparme de este lugar, conocer esta cultura, caminar por sus calles y abrir mi cabeza para que este nuevo sistema, desconocido para mi, me deje como herencia el ser mas humilde en la apreciación de la vida y de mi postura particular frente a ella.
Fue dura la llegada, pero cuando bajas la guardia y te adentras buenamente en vivir aqui, vas aprendiendo a coexistir y apreciar esta nueva experiencia de vida que solo te hace ser un ser humano más consciente.
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