Ayer inauguré mi nuevo hogar, este espacio se llenó de energía, de amor y de paz. Quiero agradecer a todos quienes me acompañaron en ese momento y a lo largo de este recorrido de vida, doloroso por cierto, pero muy crecedor en lo espiritual. Hoy me encuentro habitando un nuevo lugar, un espacio lleno de luz, de vida y de alegría. Es mi nueva casa, un depto en el que puse todos mis ahorros de muchos años. ¿Saben porque?.... Mi padre me dijo que no sacaba nada con tener dinero en el banco si mi calidad de vida no me iba a dejar llegar a vieja. Que sabias palabras. El momento es ahora, la vida se nos va de una plumada y estamos guardando dinero para un tiempo que no es el presente. Si no vivimos el ahora en plenitud, que sacamos con guardar para un futuro que ni siquiera sabemos existe.
Me propongo vivir mi vida intensamente y cuidar mis espacios personales. Me inclino por sentir la vida en toda su magnitud y de esa manera el universo se encargará de darme un futuro promisorio.
Estaba viviendo en una casa en donde se me dijo que no era mía, en donde me sentía usurpando un espacio ajeno. Creí siempre que era un bien familiar, yo puse todo mi ser para que ese hogar fuese lo màs acogedor posible, la terraza la teché para hacer vida familiar con toda nuestra familia de origen, para que mis hijos celebraran sus cumpleaños, para hacer ricos asados. Sin embargo, me tildaron de fresca por habitar ese lugar. Como no quiero pelear, ya que me hace daño, decidí irme y crear un nuevo espacio en donde poder vivir en paz, no tener que vivir hipotecada por tener un techo.
Al generar un nuevo lugar, que nació de la incomodidad, me doy cuenta que nada es en vano, que la agresión de otros te hace ser màs grande y sacar lo mejor de ti para construir un nuevo futuro desde ese lugar. Quiero dar gracias a la vida por todas las experiencias que he vivido. Soy mejor persona y más sabia al comprobar que detrás de cada crisis hay una nueva oportunidad de evolución.
Gracias a la vida que me ha dado tanto............hoy estoy parada en mis propios pies y quiero seguir con la frente en alto, con una sonrisa en los labios y con un respirar conciente y profundo que me conecta con la marmita interior que descubrí hace algún tiempo.
Gracias a mis amigos que quiero tanto, a mi familia, a mis hijos, a mi nana Sonia y especialmente a Dios que habita mi corazón y que siento presente en cada palpitar de mi existencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario