jueves, julio 06, 2006

MIS FORMAS ME DELATAN

Cuando las personas deciden entrar en lo profundo de si mismos e intentan vivir desde ese lugar de la conciencia, se vuelven fanáticos de esta práctica llevando todo análisis a la máxima interioridad. A veces resulta bastante latero por cierto, vivir buscándole la quinta pata al gato.
Me parece sano, sabio, crecedor. Sin embargo dejan de lado los aspectos más superficiales, aquellos que se ven a simple vista y que no se controlan con la voluntad. El lenguaje no-verbal nos dice todo acerca de alguien. Su expresión facial, su postura física, sus modos, sus arrugas faciales, su tono de voz, etc. este lenguaje nos delata de cuerpo entero, nos muestra si estamos en armonía o no. La expresión facial es la carta de presentación para quien no nos conoce. La sonrisa es capaz de evocar en el interlocutor una ternura maravillosa.
Muchas veces se anda tan preocupado de "cosas profundas" que descuidamos las formas, lo sutil, el aqui y ahora, el día a día. Un saludo en el ascensor nos puede alegrar la mañana. Mirarle la carita a nuestro perro regalón nos hace tomar contacto con el verdadero sentido de la vida, el amor incondicional.
Cuando salgo en la mañana y tomo contacto con la brisa fresca recuerdo que estoy viva y se me esboza una sonrisa en el rostro que queda pegada un buen rato. Cuando emprendo el trayecto al trabajo y pongo en la radio del auto, la música que me gusta, se me hace grato el viaje y voy tarareando aquellos sones que me evocan recuerdos de viajes y de personas especiales. Llego a sentir los olores de esos lugares y esto me hace llegar al colegio con mucha alegría y ganas de pasarla bien.
Veo a las personas en los vehículos vecinos y la gran mayoría llevan caras de cansados, abatidos por la vida. LLevando a sus hijos como bultos al colegio. ¿Porqué no aprovechamos esa instancia para tomarnos de la mano, para desearnos un buen día, para programar la tarde que pasaremos juntos, para conversar de cosas privadas que no queremos que nadie escuche? El trayecto es parte del día, es parte de nuestra rutina diaria. Son espacios preciosos que tenemos que aprender a aprovechar. No son una pérdida de tiempo, son aprovechables para estar en paz, para conectarnos con recuerdos y sensaciones gratas, para repasar nuestros afectos, para escuchar mùsica con sentido, aquella que me llega al fondo del corazón.
Cuidemos las formas, mirémonos al espejo y veamos con que cara estamos recibiendo el nuevo día. Si amanecemos pateando a la perra, no nos quejemos después que nos fue mal y que es culpa de los otros. Somos nosotros mismos que andamos repartiendo una energía toxica que nos hace atraer màs tóxinas del ambiente a nuestras vidas.
Procura suavizar tu cara, endulzar tu mirada, sonreirle al mundo, agradecer la salida del sol o la lluvia, saludar con un besito cuando llegas a la oficina. Que el saludo sea un rito, no un salir del paso. Aprende a mirar a los ojos cuando saludas y verás el alma de la persona que tienes en frente.
Me parece muy importante y necesario adentrarnos en lo más profundo de nuestro ser, pero que este viaje nos suavice nuestras formas, nuestro lenguaje, nuestro rostro. Las formas son tan necesarias como el viaje al interior del corazón.
Tus ojitos reflejarán ese viaje y será tu granito de arena para que este mundo sea cada vez mejor.
Mejoremos la calidad de nuestro pequeño mundo y así aportaremos a la paz mundial. Recuerda el efecto mariposa y partamos por casa cuando hablamos de evolución. Que tengas un buen día!!!

1 comentario:

Iris dijo...

el trayecto al colegio, ¡como lo disfruto!, risas e incluso enojos, todo lo disfruto.

que linda nota cristi, muchas gracias

Iris