Me gusta la vida, me gusta vivir. Todos los días aprendo algo nuevo. Los seres humanos estamos llenos de tesoros, de magia y esta se va desplegando cuando tenemos el espacio para mostrarla. o tal vez, cuando somos capaces de generar concientemente esos espacios.
Me sorprende encontrarme con seres que ya han pasado el medio siglo y aún son capaces de generar en sus vidas el "turning point". Aquel momento en que paras, reflexionas, miras y decides emprender con fuerza un rumbo mas armónico, más de acuerdo a las leyes universales.
Es el minuto en que dejas de pelearle a la vida, comienzas a mirar las infinitas posibilidades que puedes recrear en tu entorno. Dejas los malos hábitos como echarle la culpa a los otros por las cosas que te suceden. Comienza el camino de la sanación, del reencuentro con la luz, con las ganas de vivir y de hacer cosas por ti y por los demás. Sales de la parálisis y del ostracismo, comienzas a respirar largo, profundo, desde el estómago. Te haces conciente de tu andar, de la huella que vas dejando. Comienzas a ver las múltiples opciones que tienes cada día y te haces conciente de tus elecciones cotidianas. Te miras al espejo y te reconoces como un ser que tiene mucho más por entregar de lo que ha hecho hasta hoy. Comienza el diálogo interno.........tocas con la libertad personal de elegir lo que quieres vivir y cómo lo deseas hacer.
Se abre el portal, encuentras la llave del calabozo que tu mismo te construiste en algún minuto de dolor. Dolor que no dejaste salir, que no viviste, y para defenderte de él, te construiste tu propio castillo, de murallas altas, frío, lugubre, mal oliente pero seguro, si, muy seguro!!!.
Ahí ya no te dañarían nunca más, te arrancaste de la vida. Comienza el proceso de lenta agonía, del descontacto. Seguro pero triste, sin poder tocar la felicidad plena. Al arrancar del dolor te privaste del camino del gozo.
Milagro, pasada la mitad de la vida, algo sucede en tí, que ya el refugio no te gusta, la parálisis tiene tus músculos en franco deterioro y comienzas a hacer ejercicio. Se inicia el proceso de despertar el cuerpo..............Como está todo conectado, se comienza a despertar el alma..... y quieres el cambio, quieres ver el sol, salir a la luz, el castillo ya se te hace tedioso.
Te encuentras con algunos seres de luz que señalan otra manera de mirar el mundo, que los ves felices y optimistas. te preguntas ¿ Hay otras opciones, hay gente que no vive atrincherada?
Tus músculos te piden oxígeno, movimiento. Emprendes la caminata, comienzas a abrir el entorno, comienzas a preguntarte cosas y por fin, comienzas a soñar, a recordar quien eres realmente............ Ya no hay camino de retorno, ya te largaste a andar por la vida y a tomar opciones, te gusta, te pone alegre, se te llena la cara de risa. y reconoces la huella que en algún minuto de tu vida habías perdido. Tus propios pies ya habían caminado por esa senda y en un bosque, te metiste al castillo.
Bienvenido a la vida, queda mucho por andar, por respirar, por gozar y por vivir.
Un saludo a quienes valientemente hicieron el turning point, NAMASTE.
En este blog quiero ir compartiendo mi desarrollo personal, vivencias, aprendizajes, encuentros, dolores, alegrías, la vida.
viernes, diciembre 29, 2006
sábado, diciembre 02, 2006
AYUDAR ES AYUDARSE
Suceden tantos eventos a final de año en nuestro país, que nos obligan a reflexionar acerca del sentido de nuestra vida. Hoy es la Teletón y es un día para dar. Para dar hasta que nos duela el bolsillo. No es lo que nos sobra, es renunciar a algo para poder dar ese dinero a esta gran obra.
A todos nos puede tocar en la vida pasar por una situación de las que nos muestran en la televisión. Pero, si no nos ha tocado, debemos sentir un profundo agradecimiento a la vida y donar un monto cotundente que sea una señal de agradecimiento por no padecer el dolor de la discapacidad.
Yo se que la discapacidad trae muchos regalos anexados a ella. Los seres humanos aprendemos en el dolor y a muchos les ha tocado la prueba en la incapacidad física. A otros nos da otras incapacidades en el ámbito emocional, cognitivo o espiritual que a veces, son impedimentos más fuertes que estar postrado en una silla de ruedas.
Tenemos discapacidades en ámbitos no visibles para el ojo humano, pero muy evidentes para los ojos del alma. Ojalá que hoy superemos esas limitaciones y podamos levantarnos de la apatía, la abulia, el odio, el rencor, el egoismo y la envidia. Ojalá que la silla espiritual en la cual estamos postrados, no sea eterna. Ojalá que la Teletón nos obligue a pararnos y poder ampliar la mirada, salir de nuestra burbuja y conectarnos con las necesidades humanas que nos rodean.
Que esta gran obra nos inspire todo el año, no solo las 27 horas de hoy. Abramos el corazón, botemos las muletas del alma y pogámonos de pie para mirar la vida de frente, y quienes nos conozcan se den cuenta que nos hemos rehabilitado de verdad.
A todos nos puede tocar en la vida pasar por una situación de las que nos muestran en la televisión. Pero, si no nos ha tocado, debemos sentir un profundo agradecimiento a la vida y donar un monto cotundente que sea una señal de agradecimiento por no padecer el dolor de la discapacidad.
Yo se que la discapacidad trae muchos regalos anexados a ella. Los seres humanos aprendemos en el dolor y a muchos les ha tocado la prueba en la incapacidad física. A otros nos da otras incapacidades en el ámbito emocional, cognitivo o espiritual que a veces, son impedimentos más fuertes que estar postrado en una silla de ruedas.
Tenemos discapacidades en ámbitos no visibles para el ojo humano, pero muy evidentes para los ojos del alma. Ojalá que hoy superemos esas limitaciones y podamos levantarnos de la apatía, la abulia, el odio, el rencor, el egoismo y la envidia. Ojalá que la silla espiritual en la cual estamos postrados, no sea eterna. Ojalá que la Teletón nos obligue a pararnos y poder ampliar la mirada, salir de nuestra burbuja y conectarnos con las necesidades humanas que nos rodean.
Que esta gran obra nos inspire todo el año, no solo las 27 horas de hoy. Abramos el corazón, botemos las muletas del alma y pogámonos de pie para mirar la vida de frente, y quienes nos conozcan se den cuenta que nos hemos rehabilitado de verdad.
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